Wednesday, February 11, 2009

Infinito, y mucho mas allá

Ya no está,
como una brisa que surca los aires, siempre en movimiento, nos abandonó, pero no sin antes dejar su marca.

-: Que ves?
Me preguntó una vez, mientras yo sostenía un pedazo de madera, que segundos antes él mismo me había otorgado.
Seguramente la presión del momento, frente a mis amigos, y lo repentino de la pregunta, hicieron que no supiera que contestarle, que veía? Muchas cosas, y ninguna al mismo tiempo.

El objeto en cuestión resultó ser una sección horizontal, del tronco principal o alguna sección de alguna rama importante, de un árbol.
A simple vista, nada del otro mundo, pero este sujeto, aficionado y devoto de esta materia prima, le otorgaba propiedades mágicas - me atrevería a decir - hasta al mas mínimo pedacito, insignificante tal vez para una persona corriente y poco avispada.

Me arrepiento tanto, ahora, varios años después de sucedido ese hecho, de no haberle dicho en persona y en directo, que era lo que veía, me arrepiento tanto, de no haberle demostrado que su excentricidad - aparente - no era nada mas que amor profundo, y devoción total e incondicional, y de que mi amigo (su hijo) no tenía que evitar esos encuentros entre su padre y sus amigos, no tenía que repelerlo hacia atrás.

Lástima, que me dejé llevar por el entorno, y no me expresé como realmente me sentía, o habrá sido que realmente en ese momento no veía nada?

Sea como fuere, por alguna razón, al llegar a mi casa, ese día, no tiré al instante aquella sección de madera, si no que la guardé, y la mantuve por muchos años de hecho, junto con mis cosas, y varias veces la veía, ahí, a un costado del estante, y recordaba aquel momento en que se me hizo la pregunta, pero nunca la volví a agarrar, siempre quedó ahí, quieta, por muchos años...

Y la briza pasó, y él pasó, lamentablemente, y fue tan feo el enterarme, y lo primero que se me vino a la mente, fue: la maderita, aquella que quedara ahí, quieta, durante tanto tiempo.
Cuando fui a buscarla - y como generalmente sucede - ya no estaba, no recuerdo que pasó, no recuerdo que hice, pero no la olvido, todavía sigue en mi memoria, como así sigue en mi recuerdo aquel momento de incertidumbre.
...

Casi ni conocí a esta persona, y puede sonar un poco exagerado, pero - y por mas tarde que sea - siento la necesidad de despedirme, siento la necesidad de volver atrás en el tiempo, aunque sea solo en mi cabeza o en mi corazón (y tal vez en el de él) y decirle lo que veo ahí, en ese pedacito de madera, y poder despedirme aquel día, de aquella casa, habiéndole contestado algo interesante, habiéndolo dejado satisfecho, que su trabajo, no fue en vano, que su intento dió algún resultado.

-: Que ves ahí?

-: Que veo? El Infinito, y seguramente mucho mas allá de él.
Veo la inmensidad de algo que no tiene forma, veo el orden de la naturaleza, veo la perfección del mundo, veo el inicio, y también, el futuro; de la naturaleza venimos, y hacia ella vamos, querramos o no.
Veo el presente, así como el pasado, veo un sentimiento, en realidad muchos, muchísimos, que se juntaron, para presentarme en mis manos ese objeto tan sencillo. Veo la dedicación de una persona imbuida en su trabajo y placer.
Veo la pregunta, al mismo tiempo que su respuesta, veo la satisfacción de lo contestado, y la alegría del momento.
Veo como me emociono por algo tan sencillo, como puede ser un simple pedazo de madera, y descubro que a veces, las cosas mas bellas, se encuentran en los rincones mas inadvertidos.

Veo un capítulo de mi vida cerrado.

-

Puede parecer una estupidez, pero por alguna razón, para mi, no lo es.

Espero haber respondido a la pregunta que esperó tal vez, mas de 5 años para ser contestada, espero haber salido ese día, de esa casa, con la cabeza en alto, habiendo dejado satisfechos a todos, como a mi mismo, espero, haber cambiado la historia, me historia y la de él, con una simple respuesta.

Espero...

-

Queda un lugar, en el cual puedo fijarme, en busca de aquella maderita, siempre me olvido de hurgarlo, tal vez puede ser por miedo a no encontrarla ahí, no me voy a forzar, simplemente, algún día, estaré listo, y de no encontrarla, me conformaré con mi memoria.

-: Veo veo!

-: Que ves?