Friday, August 17, 2007

Secuela inesperada

Afuera, alrededor, el tiempo pasaba lentamente, la lluvia caia torrencialmente sobre la tierra, a esta altura lodo o barro.
Él esperaba la muerte, paciente, cansado, hundiendose de a poco cada vez mas en la tierra, como deseando desaparecer, ser engullido por la fria roca de las profundidades de los abismos, y simplemente desaparecer.
Su mente por el contrario se encontraba en otro lugar, rodeado de un campo verde, con esponjoso pasto, un sol brillante, calido, justo, una leve brisa que acariciaba su rostro, y una paz extraña, como ajena.
Era el pariso penso él, pero algo le resultaba extraño, esa paz no parecia la de una persona aguardando su muerte, mas bien parecia...otra broma de aquellos...
Con todas sus fuerzas sostuvo la leve brisa entre sus manos, esta intentando escapar produjo un torbellino que luego se convirtio en huracan, aquel paraiso se convirtio de repente en un infierno helado y mojado, luego de un pestañeo logro despertar y se encontro con la cruda realidad, se encontro tirado en el medio de la nada, a pasos de una ruta que no llevaba a ninguna parte, embarrado de cuerpo entero, totalmente empapado, el pantalon raspandole las piernas ya doloridas, la cara surcada de manchas rojas provocadas por la sangre putrefacta de un ser nefasto, su camisa arañada, y su alma...ausente.

El Desalmado lo conocian algunos, algunos pocos realmente, y por muy poco tiempo, una persona sin alma no puede convivir junto con personas que si la poseen, de a poco el desalmado se va alejando del resto, hasta que su vida se convierte en una enorme alegoria de su vida pasada.

Se incorporo como pudo, tambaleandose, y comenzo el arduo viaje cuesta arriba, apenas recordaba el inmediato encuentro que habia tenido con ese esbirro del abismo rojo, con ese que juega con la libertad de los inocentes, aquel demonio terrible conocido como, el Comerciante Negro. De los seiscientos sesenta y seis demonios que atormentan la faz de la tierra, enviados por el Supremo, justo se habia dejado tentar por el mas abominable y terrible de ellos, aquel que gobierna el alma de los corrompidos, de los condenados.

Ya no recuerda que fue lo que se le dio a cambio por vender su alma, tal vez simplemente compro su libertad, libertad de eterna esclavitud, sin darse cuenta, fue engañado, saboteado, y sin darse cuenta, un dia, ya no pudo sentir el suave aroma de las rosas, el batir del pelo expuesto al viento, no pudo apreciar la hermosura de un amanecer o un ocaso.
No pudo sentir mas el amor.

Y ahora camina, interminablemente al costado de aquella carretera interminable, que aunque él no lo recuerde asi, ahora esta en subida.
Sus jeans le pesan, casi como una tonelada, durante años, tantos años han acumulado tierra, agua, frio, calor, trsiteza, soledad, y ahora estan mas pesados que nunca, y lastiman, lastiman como nunca, cada paso cuesta lo que mil, el agua helada, las lagrimas del cielo le dañan el cuerpo al reventar sobre él, congelandole cada centimetro de su dañado ser, pero él sigue, sigue firme, con las pocas fuerzas que le quedan, como ya hace tanto tiempo, hacia adelante, siempre caminando, nunca deteniendose, en busca de la libertad, en busca de la salvacion.

Como podria hacer para deshacerse de aquel demonio infernal, como podria encontrar su alma nuevamente, y volver todo a la normalidad? deberia haber alguna forma.
Él conoce en donde estan esos pequeños fragmentos de luz blanca escondidos, pero es un lugar del cual no se regresa si se accede alguna vez, él no podria ir hasta alli personalmente, tampoco conoce a nadie que pudiese ir, esta solo en esto, y solo tendra que resolverlo.

Sigue caminando, en busca de la meta, sigue subiendo en busca de un cielo negro y gris para él que se convierta en azul y oro, pero no lo encuentra, por eso sigue, sigue sufriendo, el dolor eterno que le fue prometido, pero él sigue.


Tal vez si lograse amar nuevamente podria recuperar su alma perdida, tal vez si lograse sentir eso que alguna vez sintio alla lejos en el pasado, lograse volver a ser el de antes, pero claro, ser el de antes fue lo que lo metio en esto, entonces como puede....
Y si se encarga de aquel demonio? si lo borrara por completo de este mundo? duda de que pueda hacerlo...no solo...

Sigue subiendo, su cuerpo no da mas, pero ya hace demasiado tiempo que perdio todas sus fuerzas como para importarle ahora.
Ya hace mucho que lo unico que hace es, simplemente caminar.
Como un cuerpo vacio, una cascara sin vida, lo unico que hace es, caminar. Sin rumbo, siempre adelante, apenas si logra formular idea alguna que se desvanece casi al instante.

Y sin embargo, todavia tenia las fuerzas necesarias para notar dos pares de pisadas en la peculiar y desubicada arena, y ahi fue que recordo.
Recordo, como pudo, aquella figura, aquella cara, aquel rostro sonriente y animado que tanto le gusto alla por el pasado. Recordo la visita que esas huellas dejaron en la arena junto al mar que ahora estaba viendo, hace ya mucho tiempo con aquella persona que tanto quiso, por un segundo recordo un poquito lo que era el querer a alguien, el desear algo, y ahi fue que se dio cuenta.

Sin saber de donde, encontro la respuesta a la pregunta, la solucion no estaba en volver a ser el que fue alguna vez, sino en ser alguien que nunca fue, alguien nuevo, alguien bueno.
Asi de simple, la solucion estaba siempre delante de él, la bondad, algunas veces él habia sido bondadoso, pocas verdaderamente, pero lo habia sentido, solo tenia que volver a ese sentimiento, tenia que volver a sentir aquello y repetirlo una y otra vez, y cambiar, cambiar para siempre, y redimirse, borrar los errores del pasado.
Sin saber de donde saco fuerzas, levanto la cabeza gacha, y miro firme al horizonte, alla arriba lejos, muy lejos, pero ya no le parecio tan empinado el camino, el agua que le caia encima, ya no estaba tan fria, y el pantalon, era ya algo superfluo, ahora iba a cambiar, para mejor, y lo iba a lograr, las nubes ya no estaban tan negras como pensaba.
Siguio caminando, y de a poco la caminata se convirtio en una corrida, en una carrera contra el tiempo, ya no queria estar mas alli, queria salir, y poder ver el sol nuevamente, y sentir el aroma de las rosas sin ser dañado por su fragancia, queria poder impresionarse con las maravillas de la naturaleza una vez mas, queria poder volver a encontrar a aquella persona que tanto amor le hizo sentir, los seiscientos sesenta y seis, ya no le parecia tan terribles ahora.

Al final del camino, alla a lo lejos, no mas en el horizonte, se veia de pronto una luz blanca acompañada por un diminuto haz de luz proveniente del cielo.

Y él corre.

Puede ser demasiado tarde sino se apura, el Comerciante tambien corre, tras él...


Basado (o robado, como quieran) en un cuento de un amigo.

Desde ya espero no haber arruinado la obra original, de no ser buena esta secuela sera borrada inmediatamente.



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1 comment:

Viradu said...

Me encantó!

Muy grosso el final, muy bueno, muchas muchas muchas muchas MUUUUUUUUUUUUCHAS gracias!!! :D